EL
VIRUS ÉBOLA
El
ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica
en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé), causada por el virus del Ébola
El
nombre del virus se debe al río Ébola, geográficamente ubicado en Zaire.
Es una
infección que se caracteriza por una alta tasa de mortalidad, que oscila entre
el 50% y el 95% de los afectados. Debido a su naturaleza letal, este virus es
considerado como un arma biológica.
Seguimiento
paso a paso
Países como
Sudán y Zaire han registrado brotes en 1976, con 284 casos y 151 fallecidos, y
318 casos 280 defunciones respectivamente, Inglaterra para ese mismo año
registro un solo caso sin fallecidos; en el año 1979 se produce un nuevo otro
brote en Sudan con 34 casos y 22 fallecidos. Hacia la década de los 90 se
presentan casos en Filipinas (3), Virginia y Texas (4), así mismo durante los
años 1994 al 2000 Gabón registró el mayor número de casos, con más de 350
personas infectadas y alrededor de 280 fallecidos. En el año 2007 Uganda registra un nuevo brote de fiebre
hemorrágica por virus del Ébola con 149 infectados y 37 muertos. Este mismo
país decretó a principios de octubre de 2012 el fin del brote de fiebre
hemorrágica del Ébola que se ha cobrado la vida de 17 personas, según datos de
la OMS.
En marzo de
2014 se ha registrado el último brote, en Guinea Conakry, donde el número de
afectados supera ya los mil y se ha extendido por Liberia, Sierra
Leona y Mali, y en menor medida Nigeria. A día de hoy (agosto 2014), la OMS ha
reconocido que el virus está fuera de control, debido sobre todo a la facilidad
y rapidez que tiene para propagarse, por lo que están haciendo todo lo posible
a nivel regional e internacional para intentar prevenir su expansión a otras
fronteras.
¿Cómo
se transmite?
El virus del Ebola se infecta una población humana por contacto estrecho con
órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados.
En África se han documentado casos de infección asociados a
la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos,
antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o
enfermos en la selva.
Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante
la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las
membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos,
sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por
contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.
Signos y síntomas
La EVE es una enfermedad vírica aguda grave
que se suele caracterizar por la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa
y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos,
diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos,
hemorragias internas y externas. Los resultados de laboratorio muestran
disminución del número de leucocitos y plaquetas, así como elevación de las
enzimas hepáticas.En un lapso de una semana aparecen en todo el
cuerpo unas erupciones, frecuentemente hemorrágicas. Las hemorragias se
presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, haciendo que el
infectado sangre tanto por la boca como por el recto anal. La tasa de
mortalidad es alta, alcanzando el 90%7 y
los pacientes generalmente mueren por shock hipobol{emico por la
pérdida de sangre.
Los pacientes son contagiosos mientras el virus
esté presente en la sangre y las secreciones. El virus del Ebola se ha aislado
en el semen hasta 61 días después de la aparición de la enfermedad en un caso
de infección contraída en el laboratorio.
El periodo de incubación (intervalo desde la
infección hasta la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días.
Diagnóstico
Antes de establecer un diagnóstico de EVE hay que
descartar el paludismo, la fiebre tifoidea, la shigelosis, el cólera, la
leptospirosis, la peste, las rickettsiosis, la fiebre recurrente, la meningitis,
la hepatitis y otras fiebres hemorrágicas víricas.
Las infecciones por el virus del Ebola solo pueden
diagnosticarse definitivamente mediante distintas pruebas de laboratorio, a
saber:
·
prueba de inmunoadsorción enzimática (ELISA);
·
pruebas de detección de antígenos;
·
prueba de seroneutralización;
·
reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR);
·
aislamiento del virus mediante cultivo celular.
Las muestras de los pacientes suponen un enorme
peligro biológico, y las pruebas tienen que realizarse en condiciones de máxima
contención biológica.
Prevención de la infección por virus Ébola
Según las recomendaciones
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el control y prevención del virus del Ébola se
basa en tres pilares fundamentales:
·
Controlar la infección en animales: actualmente no hay
vacunas dirigidas a prevenir la infección por virus del Ébola-Reston en
animales, es por ello que se deben aplicar métodos químicos de desinfección
utilizando hipoclorito de sodio y otros detergentes de forma regular en las
granjas de animales como monos y cerdos. Ante la sospecha de cualquier brote
del virus los animales deben ponerse en cuarentena o podrían incluso
sacrificarse para evitar la transmisión a seres humanos.
·
Disminuir el riesgo de la infección humana: al no existir una
vacuna para seres humanos ni tampoco un tratamiento específico contra la
infección por el virus del Ébola la educación de la población en riesgo es un arma
fundamental. Se deben implementar campañas de concienciación sobre los
distintos factores de riesgo y las medidas de protección frente a ellos. En
ciertos países africanos, al ocurrir un brote de ébola se activan mecanismos de
información y difusión de mensajes para reducir los riesgos de transmisión, los
cuales deberán enfocarse en los siguientes aspectos:
o
Disminuir
el contacto con animales salvajes que pudieran estar infectados como simios,
monos y algunos tipos de murciélagos. Evitar el consumo de carne cruda.
o
Empleo
de guantes y prendas protectoras para manipular animales.
o
Utilizar
guantes, mascarillas y batas especiales para disminuir el riesgo de transmisión
de persona a persona como consecuencia del contacto estrecho con personas
infectadas, en particular con sus líquidos corporales.
o Lavarse las
manos frecuentemente, sobre todo después de visitar a
familiares enfermos en el hospital, así como después de haber cuidado a
enfermos en el hogar.
o
Difundir
mensajes de información a la población sobre las características de la
enfermedad y de las medidas de control del brote, en particular la inhumación
de cadáveres.
·
Prevenir la infección del ébola en los centros de
salud: esto
se refiere al uso de medidas de aislamiento y utilización de equipos necesarios
(guantes, tapabocas, batas) para reducir el riesgo de transmisión desde los
enfermos hacia el personal sanitario, como médicos, enfermeras, así como
técnicos de laboratorio que manipulan sangre y otros líquidos corporales de los
pacientes infectados con el virus.