jueves, 4 de septiembre de 2014

MEMBRANA PLASMÁTICA 

                La membrana plasmática constituye la superficie externa de la célula y separa el medio interno del externo. Esta estructura regula el flujo de materiales entre los dos medios que separa y permite así mantener un ambiente apropiado para las actividades celulares normales. La membrana plasmática cumple un papel fundamental en la comunicación intercelular y entre las células y el ambiente  externo.
               




                Es una barrera flexible pero resistente, compuesta fundamentalmente x fosfolípidos (lípidos que contienen fósforo)  y proteínas. Casi todas las proteínas de la membrana son glucoproteínas, es decir, proteínas unidas a hidratos de carbono. Además hay otras moléculas presentes en la membrana plasmática en concentraciones más bajas, como el colesterol y los glucolípidos  (lípidos unidos a hidratos de carbono). La membrana plasmática está conformada por una bicapa lipídica, dos capas yuxtapuestas formadas por tres tipos de moléculas lipídicas: fosfolípidos, colesterol y glucolípidos. Las proteínas de la membrana pueden pertenecer a dos clases: las integrales y las periféricas. Las  proteínas integrales se extienden dentro o a través de la bicapa lipídica entre las colas de los ácidos grasos. Las proteínas periféricas están unidas en forma laxa con la superficie interna o externa de la membrana. Cada proteína tiene una orientación específica con respecto a las caras de la bicapa lipídica.
                La membrana plasmática permite que algunas sustancias ingresen y egresen de la célula pero impide el pasaje de otros compuestos. Esta propiedad de las membranas  se denomina permeabilidad selectiva. La porción lipídica de la membrana es permeable al agua y a las moléculas no polares (liposolubles), como los ácidos grasos, las vitaminas liposolubles, esteroides, el oxígeno y el dióxido de carbono. La bicapa lipídica no es permeable  a los iones y a las moléculas grandes carentes de carga eléctrica, como la glucosa y los aminoácidos. Estas sustancias hidrosolubles medianas y pequeñas pueden atravesar la membrana gracias a la ayuda de proteínas integrales. Algunas proteínas integrales constituyen  canales iónicos través de los cuales Ciertas sustancias pueden ingresar y salir de las células.
Otras proteínas de la membrana actúan como  transportadores, que modifican su forma a medida que trasladan sustancias desde un lado de la membrana hacia el otro. Las moléculas grandes, como las proteínas, no pueden atravesar la membrana plasmática salvo dentro de vesículas.
                La mayoría de las funciones de la membrana plasmática dependen de los tipos de proteínas presentes en ella. Las proteínas integrales denominadas receptores reconocen y fijan una molécula específica que regula algún tipo de actividad celular. Por ejemplo una hormona como la insulina. Algunas proteínas integrales y periféricas funcionan como enzimas que aumentan la velocidad de las reacciones químicas específicas. A menudo, las glucoproteínas y los glucolípidos de la membrana son marcadores de identidad celular, los cuales permiten que la célula reconozca otras células de su propia clase durante la formación de los tejidos o que registre células extrañas que pueden ser peligrosas y responda ante el contacto con ellas. Estas glicoproteínas y glicolípidos características de cada individuo y que permiten identificar las células provenientes de otro organismo. Por ejemplo, las células sanguíneas tienen unos marcadores ABO que hacen que en una transfusión sólo sean compatibles sangres del mismo tipo. Al estar hacia el exterior las cadenas de carbohidratos de glicoproteínas y glicolípidos forma una especie de cubierta denominada glicocalix

 




el glicocalix -y su función de 
marcadores de identidad celular


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